Herejía: Arte, cine y literatura
12/05/2021
MULTIVERSO:
La verdad, este mundo está lleno de mentiras ,estafas
,amenazas, burlas, que hacen encerrarme en mis pensamiento, que me hacen tener
miedo de ser yo, desearía, siempre estar de pie y no caer por los demás ,tener
un sentimiento que pueda controlar y no, uno que me haga caer y luego sienta
que no me pueda levantar .Los comentarios pueden ser ignorados pero nunca falta
uno que se escapa y me transmite un
sentimiento oscuro que va entrando lentamente en mi cuerpo, que queda atrapado
dentro de mí ,es un sentimiento que está amarrado con cadenas dentro de una
caja ,fría y aunque a veces encuentro la
llave para que sea libre ,algunos me siguen acompañando día a día.
En mi mundo, los estereotipos no existen y las
mentiras, los suicidas, los niños muriendo por hambre, familias asesinadas, son
solo películas de terror. Ese es mi mundo, el mundo que la sociedad me ha
obligado crear.
Cada día el mundo real me ha enseñado cosas que en mi
mundo no logro encontrar, por ejemplo, la manera como he logrado aprender de cada
raspón en la rodilla, cada obstáculo, como sigue corriendo el presente, aunque
a veces no lo deseo y me obliga a enfrentarlo. Al final me alegra transportarme
de un mundo a otro, uno me ofrece lo que otro no puedo.
EL ARTE DEL DUELO
Literatura, un concepto olvidado por millones de jóvenes hoy
en día, somos infieles a tal arte. La literatura es
inequívocamente, el arte de pensar, el arte de hablar, el arte de
escribir, el arte que los jóvenes hoy hipócritamente rechazamos y no
valoramos. Todo se trata de voluntad. Porque la voluntad existe, y si
existe la voluntad, podemos decidir si entrar al desafío del arte de la
literatura. Y si no somos capaces nosotros los jóvenes a dedicar tiempo a lo que es
importante, permitiremos que nos conviertan en pececillos en medio del océano
de tiburones con sed de sangre. "No importa lo ocupado que piensas
que estas, debes encontrar tiempo para leer, o entregarte a una ignorancia
autoelegida" (Confucio).
Muchas son las veces que
criticamos al consumismo y de cómo nos dejamos influenciar. Sin
embargo, existe una gran diferencia entre ignorancia a inocencia. Trato de
decir que, somos nosotros quien decidimos que nos tomen dichos medios de
entretenimiento que nos separan del camino del arte global llamado literatura.
Hace 3 décadas atrás ni siquiera existían los medios
digitales, entonces, ¿cómo eran los jóvenes lectores de aquel entonces?
Pues teniendo en cuenta que actualmente el medio de distracción y de entretenimiento
más grande que existe es la red global y sus descendientes, es
simple deducir dicha respuesta; los jóvenes lectores de hace 30 años
no los poseía un canal de YouTube, una página web, los videojuegos de hoy en
día, la comunicación entre países, entre otras. Y es que, se puede
enumerar la gran cantidad de distracciones digitales que hoy separan a los
jóvenes en dos: Los que leen y los que no leen. Donde los que leen se auto
educan entrando en la cabeza y en el pensamiento de sus autores de cada
libro que se lee, y están los que no leen, aquellos que decidieron tomar el
curso absorbente del consumismo intelectual que nos proveyó el sistema en el
que vivimos hoy. “El estudio
ha sido para mí el principal remedio contra las preocupaciones de la vida; no
habiendo tenido nunca un disgusto que no me haya pasado después de una hora de
lectura”. (Montesquieu).
Ahora bien, la literatura es
la matriz de pensar, por tanto, pensar, es literatura, y la literatura es
entonces vivir; por lo que, no pensar es morir. Leer es el arte del duelo, porque no solo debemos luchar con
nuestros prejuicios, sino que nos topamos con aquellos
que suponen ser el rey del mundo y saber que solo son unos
pobres vanidosos que morirán pronto bajo su propio pensamiento. “Tengo
diecisiete años y estoy loca. Mi tío dice que ambas cosas van siempre juntas” (Fahrenheit
451, 1953, Ray Bradbury) Notemos que si nosotros, los
jóvenes, nos enfocamos en la lectura no solo seremos llamados locos por ignorar
el sistema de entretenimiento que hoy nos gobierna, sino que enfocaremos
nuestro pensar en actos que valen la pena y, que, además, surgirá nuestro
pensamiento crítico frente al mundo en el que vivimos.
Sin embargo, crecer tu conocimiento no se trata de leer y de leer, es
darte cuenta de que al leer no eres nada y a la vez lo tienes todo; pues el
conocimiento es sencillo de adquirir con disciplina, pero la comprensión de
cuyo conocimiento que se adquiere se trata de darle sentido al espacio en el
que vives sabiendo que eres uno en un millón, pero a su vez uno en dos
billones.
“Es de sabios reconciliarnos con nuestra adolescencia; Odiar,
despreciar, negar o simplemente olvidar el adolescente que fuimos es en sí una
actitud adolescente, una concepción de la adolescencia como enfermedad mortal.
De ahí la necesidad de acordarnos de nuestras primeras emociones de
lectores, y de levantar un altarcito a nuestras antiguas lecturas.
Incluidas las más ‘estúpidas’. Desempeñando un papel inestimable:
Conmovernos de lo que fuimos riéndonos de lo que nos conmovía” (Como una
novela, 1992, Daniel Pennac). En un mundo moderno en el que
vivimos significa que existen pocos lectores, y estos pocos
lectores que posiblemente alguna vez tanto usted como yo hemos leído o
al menos escuchado que han tenido un impacto
importante como: Gabriel García Márquez, Pablo
Neruda, Julio Cortázar, Jorge Luis Borges, entre otros y no menos
importantes. Autores que no solo son importantes por sus escritos, sino
como plasman sus textos de tal forma que, ilustren la realidad en la que
vivimos, en la que uno que otro llegan a ser directos en
desenmascarar la actualidad en la cual es poca la intensidad lectora
a comparación de años pasados; cuando la tecnología no había avanzado tanto,
cuando la comunicación entre personas no se trataba de hablarle a un
dispositivo electrónico, donde el entretenimiento era una ilusión para el
que muy pocas personas conocían, etc.
Vivimos
en la locura. Palabra que usamos para referirnos a cosas o personas que no
tienen sentido. Pero, ahora la locura tiene dos definiciones en
el campo del arte del duelo. La primera definición pertenece a
aquellos que no leen, las mismas personas que la
utilizan para describir a aquellos que pasan tiempo leyendo, personas
que prefieren platicar de política, de cómo ser más humanos, del
sentido de la existencia humana; en vez de platicar de la telenovela
de ayer, platicándolo por horas o que equipo de futbol es mejor.
Y encontramos la definición de los que leen, personas que utilizan esta
palabra para describir a las personas del común, las que se pierden el
placer de pensar; pues es una ¡Locura! Que exista un mundo en que es
mejor desperdiciar el tiempo en algo a lo que la mayoría de las personas
proclaman y se sienten orgullosas en participar, que tomar un texto y
reflexionarlo, arriesgarse a cambiar de pensamiento. Tristemente debo
decir que locura es la palabra perfecta para describir este
problema al cual tratamos, conocido como “normalidad”.
Retomando, la
idea de los jóvenes que leen,
pero no leen buenos libros. Da a cosechar que, en la
sociedad de hoy en día, un joven no expande su capacidad lectora, es decir que,
un joven lector prefiere más los libros que son cortos, cuentos que se les pide
que lean para su institución y demás. Y es que la juventud de hoy en día se
limita a no leer y peor aún, a no leer bien; pues leer bien
significa expandir y arriesgarse en otros terrenos que no son sus propios
pensamientos, me refiero a que lo que hace un buen lector y lo
hace despertar de los medios que los aparta del arte de la
literatura es sumergirse en los más íntimos pensamientos de sus autores, y
poder con seguridad tratar de desafiar sus prejuicios para tener una mayor
noción de la realidad. Ahora lo único que queda y que podemos hacer, es
compartir nuestro conocimiento para con los demás y que estos a su vez, duden
de lo que son y de lo que hacen, pues, el dudar lleva a la búsqueda de la
verdad. "Leer es
equivalente a pensar con la cabeza de otra persona en lugar de con la
propia" (Arthur Schopenhauer).
Comentarios
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